Chevrolet Chevelle: Músculos, nostalgia y un poco de acento canadiense

Cuando me topé con el Chevrolet Chevelle por primera vez, me di cuenta: no es solo un automóvil. Lo vi por primera vez en una colección en San Petersburgo. Delante de mí apareció un verdadero rudo americano, de color naranja con un motor de 7 litros y neumáticos de 300 mm de ancho.mientras trabajaba con autos estadounidenses en Rusia, vi el Camaro y el Mustang, escribí sobre ellos, me senté detrás del volante y admiré su carisma. Pero Chevelle… Chevelle siempre ha sido menos popular, pero no menos interesante. No fue arruinado por la popularidad masiva como el Mustang o el Camaro, siguió siendo parte de la historia clásica de Estados Unidos. Y ahora, después de años de conocer estas máquinas, finalmente decidí contarles sobre él.

Historia de la creación: cómo Chevelle se convirtió en un ícono

A principios de la década de 1960, General Motors decidió: es hora de llenar el vacío entre el compacto Chevy II y el gigante Impala. Ford y Chrysler ya ofrecían modelos de gama media, mientras que Chevrolet no tenía nada similar. En 1964, apareció el Chevrolet Chevelle, un automóvil que desde el principio se declaró a sí mismo como un jugador serio en el mercado. Construido sobre la plataforma A-body, el Chevelle se ofrecía en carrocerías coupé, sedán, convertible y vagón. Pero la verdadera gloria le trajo la versión Super Sport (SS). La carrera armamentista comenzó en el mercado de los coches de aceite, y en 1970 el Chevelle recibió una actualización que consolidó su estatus de leyenda.

Este auto se ha vuelto aún más agresivo, como un equipo de baloncesto que acaba de ganar la final. Bajo el capó apareció el legendario motor LS6 de 7.4 litros y 450 caballos de fuerza. Para que lo entiendas, era un automóvil que retumbaba de tal manera que podría llevarte al atardecer y impresionarte en el asfalto al mismo tiempo. Pero no todos los Chevelle eran iguales. En Canadá, por ejemplo, produjeron su versión: Chevrolet Chevelle 300 Deluxe. Este automóvil era más modesto y utilitario, pero no menos atractivo.

Chevrolet Chevelle 300 Deluxe: una versión canadiense del sueño americano

Imagínese: el Chevelle 300 Deluxe, fabricado en Canadá, de alguna manera termina en la soleada Argentina. Es como si el jarabe de arce terminara en una botella de Malbec, inesperadamente, pero sorprendentemente bueno. Este ejemplar en particular cayó en manos del entusiasta argentino Mariano. Como un verdadero romántico del mundo del automóvil, restauró el automóvil con amor, manteniendo el interior original. Sí, el interior sigue siendo el mismo que se vio en la fábrica en los años 70. Cada pliegue en los asientos de vinilo es una historia, cada movimiento de la manija de la puerta es una máquina del tiempo.Pasé varias horas con este Chevelle y su propietario, y cada momento parecía cinematográfico. Las hojas de otoño encajaban perfectamente con la atmósfera de este automóvil. Hicimos paradas para hablar, filmar el contenido y simplemente disfrutar de la vista y la sensación del auto.

Sentimientos al volante

Cuando te sientas al volante de un Chevelle 300 Deluxe, te das cuenta de que el tiempo es una cosa relativa. Esta máquina no solo te lleva del punto A al punto B. recuerda que el camino en sí es el objetivo. El volante resiste tus esfuerzos, el pedal del acelerador no solo te da aceleración, sino una inmersión física en la era. Es el sonido… No es solo ruido del motor, es música. El clima de Argentina es perfecto para Chevelle. A diferencia de los duros inviernos de Canadá, aquí disfruta del sol, las carreteras abiertas y las vistas encantadoras.

Chevelle y sus familiares

No es mi primer encuentro con Chevrolet. En Moscú, filmé un Camaro, escribí un artículo sobre este modelo e incluso conocí al Impala de la misma generación que se convirtió en la tarjeta de presentación de la industria automotriz estadounidense de los años 70. Esta es una versión anterior que parece que vino directamente de un musical. Espero poder contarte sobre ella pronto.

El Chevrolet Chevelle no es solo un automóvil. Es un símbolo.

Un símbolo de la época en que las máquinas se crearon para humanos, no para tablas en Excel. Cuando los ingenieros pensaron en la potencia, el diseño y el placer, no solo en el ahorro de combustible y las calificaciones de seguridad.Este particular Chevelle 300 Deluxe, que comenzó su viaje en Canadá, viajó medio mundo y encontró un nuevo hogar en Argentina. Es una leyenda viviente. La historia de cómo un automóvil se convierte en algo más que un medio de transporte.

Epílogo

Cada encuentro con este tipo de autos me recuerda por qué lo hago. ¿Por qué paso horas hablando con los propietarios, estudiando cada detalle y capturando ese espíritu único de los autos clásicos? Cada vez me convenzo de que los autos son más que metal y motor. Son emociones. Son historias.

Se trabajó en el material:
Propietario: marianoliste
Fotógrafo: mccarthy606
Textomccarthy606